China y la crisis económica Mundial (Atlántica)

¿Crisis económica Mundial? Pero, ¿por qué seguimos siendo tan etnocéntricos? Esto es una crisis del sistema financiero Nor-atlántico, de la OTAN, vamos. Europa Occidental y Norteamérica, del Dolar, la Libra y el Euro. Seguimos siendo muy importantes en el mundo y nuestra crisis afecta a los demás, pero sólo afecta, no nos engañemos, no arrastran irremisiblemente como antes. 


Estos días, tras la reunión del G-20 se especula mucho con la posible ayuda de China a Europa ante la crisis financiera que padecemos. Muchos parecen sorprenderse de que China no vaya a salvar a Europa (ni a América).

No nos engañemos. La apertura al exterior de China se decidió a finales de la década de los Setenta con dos características novedosas: se ha decidido por los dirigentes de la República Popular China y se hace desde una posición de fuerza. Como decía Deng Xiaoping: “La política de apertura de China al mundo exterior y de intercambio con los países extranjeros se hace sobre la base de la igualdad y ventajas mutuas”.

Estas condiciones son muy importantes desde el punto de vista de una China traumatizada por el sometimiento a Occidente mediante los “Tratados Desiguales” que lleva siglo y medio luchando por volver al “Centro” de la política mundial que es el lugar que el conjunto de la nación china cree que ha de ocupar su Estado. 

China necesitaba esta apertura para acceder a tres objetivos básicos para su desarrollo: los mercados internacionales, los capitales extranjeros y las nuevas tecnologías. La apertura al exterior ha tomado formas muy concretas, tendentes a aumentar los recursos del estado: Expansión del comercio exterior; aumento de las inversiones extranjeros y aumento de los créditos exteriores.

Conseguidos, con creces esos objetivos, no hay mejor descripción de la nueva actitud China hacia el exterior que esta polémica afirmación “que se escapó” a Xi Jinping, futuro líder supremo de la RPCh, en una conversación informal con residentes chinos en México D.F. en 2009: “Hay algunos [países] extranjeros prósperos hasta la saciedad que no tienen nada mejor que hacer que señalar con el dedo a nuestros asuntos. Pero a ellos [les debemos decir] que China, en primer lugar, ya no exporta la revolución, en segundo lugar, tampoco exporta pobreza y hambre, y en tercer lugar que no causa problemas innecesarios a nadie ¿Qué más hay que decir?”




¿Qué más decir a esos “que ha comido hasta la saciedad”, palabra literales de Xi Jinping? China no se mete en los asuntos de nadie y lo único que quiere es que nadie se meta en los suyos (especialmente con los cacareados Derechos Humanos Occidentales). Al igual que Occidente ya se ha saciado y disfruta de la prosperidad, China sólo quiere alcanzarla por su propio camino.

Xi Jinping

China no va a dar nada, porque además de que aún es mucho lo que ella necesita, sus inversiones en el extranjero son eso, inversiones, que han de ser rentables para enriquecer China. A todo ello se suma que China conoce los peligros de almacenar una enorme cantidad de dinero efectivo y no darle salida. Esta fue, y no otra, la causa del ataque occidental en la Guerras del Opio: apoderarse de la Plata Americana almacenada durante tres siglos por el Celeste Imperio (China como hoy, sólo exportaba y exigía que se la pagase en plata Española -Carolus, por Carlos III- así terminó toda la Plata americana en China, las vueltas que da la vida y el dinero...) 

¿Que ocurría hoy si China se convierte en el gran "almacén" de dólares llegados por sus exportaciones y no "los mueve"... tarde o temprano alguien encontraría la manera de asaltar el cofre. 

China aún no es lo que muchos quieren creer, pero la rueda de la fortuna a girado y con un occidente que ha entrado en quiebra "por su mala cabeza" el nuevo poder chino que ha sabido transformar un deficitario sistema marxista en ese capital-comunismo llamado Economía Socialista de Mercado. 

La nueva actitud China y su influencia mundial ha sido palpable en cada reunión internacional desde 2009 (incluidos desaires públicos a los gobernantes norteamericanos). Esta actitud se puede resumir en la siguiente frase de una alto funcionario chino, recogida por McGregor: "La lección que deben sacar los países desarrollados es que tiene que decidir entre enfrentarse a China o cooperar con ella".

El banquero de América (quiero decir de Occidente) cobrará sus intereses por cada Dólar-Euro-Yuan que preste... Y hace bien.

 R3 - 三重