En el marco del "Primer Foro de Civilizaciones China-España" celebrado en la Universidad Renmin de China (Pekín, 04/11/2025), dentro de las conferencias "Historia y futuro Diálogo y coexistencia entre las civilizaciones china y española", Raúl Ramírez Ruiz (URJC) presentó su ponencia, titulada:
Transcripción: UN PASADO OLVIDADO Y UN FUTURO ESPERANZADO. La necesidad de la Unión de la Comunidad Hispano hablante en su diálogo con China
Buenos días queridos amigos de China.
Quiero comenzar mi intervención agradeciendo la invitación a participar en este foro al “Centro Conjunto de Investigación, Intercambio y Aprendizaje Mutuo de Civilizaciones China-España” de la Universidad Complutense de Madrid y la Renmin University de China (RUC). Y en concreto a la profesora Li Yan. Ella personalmente me habló de este PRIMER FORO DE CIVILIZACIONES CHINA-ESPAÑA en el ya lejano julio de 2025 en mi última visita académica a China.
En aquel momento, la profesora Li Yan me anunció cual sería la idea central sobre la que giraría este encuentro: “HISTORIA Y FUTURO DEL DIÁLOGO ENTRE LAS CIVILIZACIONES CHINA Y ESPAÑOLA”.
Ahora, además, en la carta de invitación se dice:
“apreciar la belleza propia y la de los demás y compartir la armonía en la diversidad”.
¿Acaso hay mejor frase con la que exponer el espíritu con el que las naciones del mundo deben afrontar el futuro?
Conforme a ese espíritu mi charla se titula:
“Un pasado olvidado y un futuro esperanzado. La necesidad de la Unión de la Comunidad Hispanohablante en su diálogo con China”.
Bien, vamos a ello:
Mi carrera como sinólogo y, fundamentalmente a petición de China, tiene una de sus principales líneas de investigación en la historia y análisis de la “sinología española” o más bien de los “Estudios chinos en España”.
Fue mi querido profesor Zhu Zhenghui de la East China Normal University, allá por el lejano año 2012, el primero que me pidió trabajar en ello. Y escribí para él un artículo titulado: “La sinología española pionera y olvidada”.
Ahora, este pasado mes de agosto ha aparecido en China esta obra. Elaborada primero en español, a iniciativa del gobierno de España y de mi universidad, fue publicada en enero de 2024. E inmediatamente recibí ofertas de China para publicarla China y en chino.
En ella, analizo todos los centros, asociaciones y titulaciones focalizadas en “Estudios chinos en España” y concluyo de una manera lírica afirmando:
“La sinología española nació para servir a la Monarquía Hispánica como espejo, espada y escudo [para ser su] misionera en tierra extranjera. Con el tiempo, como el Imperio Hispánico, pasó de gobernar el mundo a barrer las calles que antes solía poseer”.
Los españoles fueron los primeros europeos en establecer contacto con China, los primeros en traducir un texto chino, en dibujar un mapa de la China interior, y en imprimir un carácter chino, un hanzi, en Occidente.
Lo hicieron por lo que podríamos llamar “necesidad imperial”. El gran imperio español, dominador de los océanos debía conocer a su principal rival. La sinología hispánica nació con espíritu guerrero y alma misionera. Pero esa característica fundamental también fue la causa de su decadencia y muerte. A medida que la potencia imperial se iba agotando se apagaba también la sinología española, hasta llegar a su práctica desaparición entre 1824 y 1978. Fechas que enmarcan el último viaje del Galeón de Manila y la visita de los jóvenes reyes de España a la naciente China de la Reforma y Apertura de Deng Xiaoping.
Ello trajo el olvido. Los jesuitas no hispánicos, los franceses y sobre todo los ingleses, ignoraron primero y borraron después todas las huellas de la aportación española e hispánica al estudio de China. Y, de igual manera, se borró toda la historia de la relación entre ambos pueblos y países.
El olvido ha llegado a tal nivel que hoy en día en China, de manera generalizada, no se es consciente que España y Latinoamérica conforman una unidad lingüística y cultural. Personalmente, me duele cada vez que hojeo un libro chino de historia y veo que hablando de los siglos XVI a XIX se refieren a Méjico, Perú, Filipinas o España y su relación con China como si fueran entidades estatales e históricas distintas y separadas. O, aún me duele más, cuando algún amigo chino me ve hablando con un argentino o peruano o colombiano… y nos preguntan que en qué idioma hablamos entre nosotros (puesto que oyen que no es inglés).
A ello contribuimos, grandemente, los mismos pueblos hispánicos, siempre dispuestos a negar lo común y a hablar mal del hermano delante de extraños.
Sin embargo, la elaboración de este libro ha abierto para mí una ventana a la esperanza. Gracias a la investigación aquí realizada hemos comprobado como España tiene un interés real en China. España tiene una red de Estudios Asiáticos completa, adecuada a la demanda y en crecimiento, homologada con Europa y líder en el mundo hispánico. Y este es el punto más importante que querría señalar. España, gracias a su amplia red de titulaciones oficiales dedicadas a los estudios chinos tiene la oportunidad de integrarse real y sinceramente en la Comunidad de Naciones hispánicas, como una más, y protagonizar junto al Colegio de México y los centros independientes de Costa Rica, Perú, Argentina, Chile, Venezuela, etc. la formación de una élite intelectual sinológica transnacional en la koiné hispánica.
Una comunidad de sinólogos que pueda generar una comunión de intereses que posibilite que los pueblos de lengua española puedan acercarse de manera coordinada a la Gran China. Y que, a la vez, haga que China sea consciente de la unidad cultural de esos pueblos.
Pues, salvaguardando, siempre, las especificidades de cada país y área geográfica. China podrá entender mucho mejor a los pueblos hispánicos latinoamericanos si es consciente de la raíz común de esas naciones. Y gracias ello, China podrá establecer líneas de cooperación mutuamente enriquecedoras más sólidas y duraderas.
El futuro solo se puede construir desde la “comprensión del otro”. Y para los pueblos hispánicos el futuro será mucho más positivo si abordamos la construcción de una integración intelectual sincera que eleve exponencialmente nuestra capacidad de proyección cultural. Y, desde ahí, buscamos una franca colaboración con la gran civilización China.
Renovatio Abroad.
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