En esta semana pasada en China se ha conmemorado el 40 aniversario de la visita del Presidente norteamericano Nixon a Pekín. El tono de la conmemoración en todos los medios de comunicación ha sido positivo “Richard Nixon’s historical visit opnened the way” titulaba el Shanghái Daily haciéndose eco de Xinhua (Agencia Oficial de noticias). La visita que “cambio el mundo” repetía a cada hora la el canal de CCTV en inglés.
Pincha en ña imagen y podrás ver un interesante debate sobre el tema en CCTV América
De este tratamiento de la noticia se pueden inducir dos conclusiones muy importantes para entender el mundo actual y la política exterior de la República Popular China.
1.- El tratamiento amistoso, casi de festivo, que se ha dado a la conmemoración, coincidiendo con la visita del próximo líder de la RPCh Xi Jinping a USA. Ello implica un deseo del gobierno chino por controlar las pulsiones nacionalistas que proceden de la base de la sociedad y que en momento como la actual crisis de siria puede mostrar una faz anti-norteamericana. Ello demuestra que lo que une es más que lo que separa a las dos grandes potencias del momento.
2.- La publicidad que se le da a una visita que ciertamente cambio el mundo pero, como a continuación veremos, no tanto como muchos esperaban y que tuvo unas consecuencias fundamentalmente positivas para los norteamericanos. China también consiguió mucho: derecho a veto en la ONU, tecnología, capitales, respaldo frente a la URSS... muchos puntos claves para iniciar la reforma... pero America... De esta segunda apreciación podemos sacar una consecuencia sabida aunque no suficientemente comprendida por todos.
En el escenario internacional China no juega contra nadie, juega solo en su favor. Por ello, la política exterior China rehúye el conflicto y busca la multilateralidad, puede estar con Rusia apoyando a Siria y al tiempo festejando su amistad con USA que fue un ataque a la URSS; puede mantener su estrecha relación con Pakistán y al tiempo simpatizar con Irán. (ya volveremos sobre esta complicada situación).
¿Por qué se produjo aquel giro diplomático decisivo e inesperado para el Mundo?
Os dejo con unas páginas del libro "China, historia pensamiento y Cultura" pp. 250-25. que os muestra una consecuencia inadvertida pero muy importante de aquel encuentro.
China deseaba tecnología balística para poder dar una utilidad “disuasoria” a su recién adquirida bomba atómica. Los EEUU, empantanados en Vietnam, necesitaban salir de ese atolladero asegurándose de que toda Asia no caería ipso-facto en poder de los rusos. En resumen, ambos tenían un enemigo común: la Unión Soviética.
En este proceso Zhou Enlai consiguió que el 25 de octubre de 1971 la China Popular ocupara el puesto de Taipéi en el Consejo de Seguridad de la ONU. Cercano a la muerte y con la traumática traición de Lin Biao “aún caliente” Mao conseguía acercarse a su verdadero sueño: China pasaba a ser considerada una superpotencia.
El 21 de febrero de 1972, el presidente Nixon aterrizó en Pekín. Apenas se vio una hora con Mao, no trataron nada de relevancia y Mao no dejó de mostrarle su desprecio personal. Aún así, los resultados para la geoestratégica mundial fueron definitivos. La sorpresa y la decepción fueron mayúsculas en el mundo comunista. El líder albanés, Hoxa, y los vietnamitas se sintieron traicionados. Los soviéticos preocupados. Y los líderes occidentales dieron rienda suelta a su infantil entusiasmo por la indescifrable China. La pleitesía que Mao nunca había recibido gratuitamente de sus camaradas comunistas la recibiría a raudales en sus últimos años de vida de los políticos occidentales que peregrinaban a Pekín.
Pero ese no era el resultado que Mao quería sacar de su “giro” estratégico. Mao pretendía asegurase el respaldo y la tecnología norteamericana en caso de ataque soviético. Los norteamericanos no dudaron en transferirle tecnología militar, pero no la tecnología balística que Mao necesitaba. Los soviéticos, ante la brecha en su seguridad que suponía una China claramente hostil, se apresuraron a negociar una nueva reducción de armas nucleares, el acuerdo SALT II. Con ello, los norteamericanos habían alcanzados sus objetivos.
No os equivoquéis la alianza China-USA se mantuvo hasta el hundimiento del muro de Berlín. Con la URSS muerta y una Rusia reposicionaba el cuadro geoestratégico de la Guerra Fría se desdibujó y así queda por ejemplo la “alocada” situación de Pakistán, antaño amigo sincero y a la vez de China y USA y ahora solo amigo… o de la India antigua amiga de Rusia y enemiga de China y USA y ahora amiga de Rusia y amiga de USA…
R-3. Renovatio Abroad
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